Vampiros


El vampiro estuvo casi hasta el alba dando círculos sobre el cementerio, no podía hallar su cripta. El sol estaba a punto de salir. Al final, no le quedó otra que ocupar un nicho del panteón popular. Entre imprecaciones se juró que —aunque el hambre lo quemara— jamás volvería a alimentarse de un borracho.

2 comentarios:

Rafa Jinquer dijo...

pues mejor para nosotros...

Unknown dijo...

@jinquer
Pues si, que viva el vino

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