La palmada de Cristo

-Padre Dios, vale que me mandes a la tierra como un hombre, vale que me torturen y me maten, pero si te parece, cuando no pueda más, me vuelves a convertir en Dios, que tampoco hay que exagerar y los hombres no se van a dar cuenta.

-Está bien Jesús, cuando no puedas más me avisas… das una palmada.

0 comentarios:

Publicar un comentario