La caja

Patricia echó una mirada en su nueva casa y no le gustó. Todo era muy viejo y rancio. A Patricia no le gustaba irse de su anterior casa y alejarse de sus amigos. "Ven y mira tu nuevo hogar", dijo su madre. Se asomó a su habitación. En una esquina vio una gran caja acostada, más larga que alta era su madre y cubierta con una gruesa capa de polvo. Su madre apartó de parte del polvo con el pañuelo, abrió la caja y dio un grito. Efectivamente, perdió a sus amigos para siempre.

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