Rugiendo

Estoy corriendo. Lo más rápido que puedo. Hacia la ciudad. Delante veo el puente viejo. Cruza el río y da a la calle principal. Es un viejo puente. Muy viejo. Mi corazón está latiendo rápido. Puedo sentirlo, golpeando contra mi pecho. Estoy respirando con dificultad. Quiero parar. Detenerme, pararme, acostarme, simplemente dejar de correr. Me duelen los músculos. Está detrás de mí, cada vez más cerca. Estoy tan cansado. ¡Dios! Sólo quiero parar. Pero sigo adelante. El puente está cerca. Lo veo. Lo oigo. El golpeteo de sus pasos. No quiero correr más. Me duele mucho. Tengo calambres. ¿Y ahora qué? Siento como que el suelo está temblando. El asfalto está roído. ¿Cuánto tiempo he estado corriendo? Mis zapatos están desgastados. Tienen manchas de pintura en la parte superior. No, es sangre. Sólo cincuenta metros más. Entonces estaré seguro. Sólo tengo que llegar al puente. El suelo está temblando más. Las grietas de la carretera corren por delante de mí hacia el puente. Entonces lo oigo detrás. Casi siento su aliento. Rugiendo.

0 comentarios:

Publicar un comentario