La chica de la puerta

-¡Qué puerta tan pesada! -dijo ella mientras dejaba que se cerrara.
-¡Cuidado! -gritó él, sin llegar a tiempo. -La puerta no tiene picaporte por este lado, ahora estamos encerrados los dos.
-Los dos no -dijo ella, y sonriendo, atravesó la puerta y desapareció.

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