Asomado a la ventana sonreía satisfecho tras haber aprobado las oposiciones. Estaba satisfecho porque todo en su vida estaba controlado, su futuro asegurado, todo atado y bien atado, como a él le gustaba. Entonces vio a la chica en la acera y cómo ella, alzando su bello rostro, dirigió los ojos hacia él.
0 comentarios:
Publicar un comentario