Otro en su cama

El sabía que esta noche otro había ocupado su lugar en la cama. Lo sabía, era tan larga la noche y tan grande el colchón, era tanto el calor y tanto el fuego en el cuerpo de ella, era tanta la humedad y tanta la sed en su piel, que podía llegar a entender que esa noche el ventilador hubiera ocupado su lugar en la cama.

Además, aunque no consiguiera hacerla gemir como él, seguro que ella se despertaba con la garganta igual de irritada.
(Igual esta última frase sobraba)

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